viernes, 17 de febrero de 2012

Un líder y doce apóstoles
El Real Madrid siembra gol y recoge gol. Ronaldo es el pichichi de un equipo que lleva la friolera de 75 dianas en Liga repartidas entre 13 hombres. El filial, espejo del alma blanca, también es el máximo goleador de toda la Segunda B, con el mismo modelo: un letal Joselu y una docena de lugartenientes.
El equipo de Mourinho aniquila las porterías contrarias con un tridente de lujo, donde Cristiano se lleva la palma con 27 tantos (un 36% del total de su equipo), por los 14 de Higuaín y los 11 de Benzema. La coraza media la forman Di María, Kaká, Callejón, Marcelo y Ramos, con 18 goles entre todos. Y también contribuyen a la causa común Özil, Pepe, Altintop, Varane y Xabi Alonso para conformar el equipo más goleador en los 22 partidos que lleva disputados.
El filial de Toril no ha querido ser menos y ya es el conjunto más anotador de los cuatro grupos de Segunda B, con 49 dianas en 24 choques. En un grupo donde la competencia es máxima, con rivales de la enjundia de Tenerife, Albacete, Real Oviedo o Lugo, el líder no da tregua. Joselu encabeza la tabla goleadora del grupo con 13 tantos (algo más del 26% del total). Álvaro Morata aporta ocho, por los seis de Denis y los cinco de Jesé. En el escalón de los tres goles están Óscar Plano y José Ignacio. Un peldaño por debajo se ubican Juanfran, Merchán, Casado y Carvajal. Omar, Iván y Pablo Gil completan la relación con un tanto. Ni equipazos como el Atlético Baleares o el Cádiz, que dominan los grupos III y IV respectivamente, han podido llegar a tal cifra goleadora.
El Castilla apela a su pegada para volver a militar en Segunda división y ganarse el derecho a disputar el ‘mini Clásico’. Todo hace indicar que el Barcelona B, que acumula 40 goles también en 24 partidos, continuará en la división de plata. De momento, la guerra de los francotiradores se la apuntan los madrileños. El Madrid es el referente goleador en sus dos versiones. La fórmula del 12+1 funciona. Con Cristiano o Joselu a los mandos, los blancos van como una moto.


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