martes, 17 de mayo de 2011


Del purgatorio al cielo. 23 meses y doce días ha durado la 'condena' del Betis, casi dos años como equipo de Segunda para pagar sus pecados y ganarse la resurrección como sólo el Betis sabe hacerlo. A lo grande y siempre escoltado por su ángel de la guarda, una afición entregada, omnipresente en todos los campos y que contagia vida.

Sus números de récord, su fútbol valiente y vistoso, ése que le llevó a plantarle cara al mismísimo Barcelona en la Copa del Rey, su escudo...Todo hace pensar ahora que el camino ha sido fácil, pero nada más lejos de la realidad.

Dos han sido los momentos clave de la campaña de los que sabido reponerse el Betis. El primero, una crisis deportiva que llevó a los verdiblancos a perder cinco partidos consecutivos (del 23 de enero al 20 de febrero) y que no sólo le hizo abandonar el liderato sino que lo dejó fuera de puesto de ascenso. Pero incluso entonces dio ejemplo el club sabiendo gestionar el trance con la cabeza fría. Helado y casi sin pulso se quedó el corazón de todos los béticos y del fútbol español muy pocos días después.


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