martes, 4 de junio de 2013

Más calor, pero también más riesgo para la salud por los rayos ultravioletas

El aumento de la radiación solar presenta efectos positivos, como el aumento de las temperaturas, mayor luminosidad y un mejor aprovechamiento y rendimiento de la energía solar. Sin embargo, también tiene sus contrapartidas.
La radiación solar es la energía emitida por el Sol que se recibe en la superficie terrestre en forma de ondas electromagnéticas de diferentes frecuencias: la luz visible, la única que percibe el ojo humano, la infrarroja y la ultravioleta. Esta última es la más peligrosa, ya que es la que produce las quemaduras y el cáncer de piel, y más especialmente en aquellas zonas del planeta menos protegidas por la capa de ozono. La conclusión parece clara: una mayor radiación solar provoca un aumento de la radiación ultravioleta, por lo que es necesario elevar la precaución mediante el uso de cremas solares u otras medidas protectoras, sobre todo en niños y bebés.
«Es cierto -advierte el investigador Arturo Sánchez- que en la mayor parte de España los niveles de radiación ultravioleta son altos de por sí, incluso sin este aumento reciente. Pero es cierto que en el futuro irán en aumento, por lo que siempre se tendrían que extremar las medidas de precaución con medidas que deberían ser reforzadas y seguidas por la población, también en primavera y otoño, y no solo durante el verano».

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