Los recortes aplicados en la sanidad pública malagueña en los dos últimos años se han cobrado muchos puestos de trabajo. En el caso del Hospital Regional Carlos Haya se han destruido unos 400 empleos, según denunció ayer la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) de Málaga. Esos puestos han quedado vacantes en su mayoría por las jubilaciones de los profesionales. Como no se cubre, las plazas acaban amortizándose. CSI-F dijo que esa circunstancia afecta a todas las categorías profesionales del hospital.
CSI-F-Málaga subrayó que, en el mejor de los casos, el SAS autoriza contrataciones eventuales al 75 por ciento de la jornada para cubrir esos puestos, pero de esa forma «no se garantiza de ningún modo la asistencia sanitaria». Según CSI-F, «es alarmante que ninguna de esas plazas se haya repuesto desde 2012 pese a la elevada demanda asistencial y la sobrecarga laboral a la que condena al resto de trabajadores, que tienen que asumir el exceso de jornada».
El sindicato defiende que el volumen de plazas por cubrir requiere la contratación de todos los eventuales al cien por cien de la jornada. Para CSI-F, «es necesario cubrir de manera definitiva buena parte de esos puestos para mantener el conjunto de servicios sanitarios a pleno rendimiento». En ese sentido, la central sindical precisó: «La Administración, pese a la ridícula tasa de reposición, tampoco oferta estas plazas en convocatoria pública, por lo que finalmente desaparecen». CSI-F criticó que el SAS utilice las convocatorias por perfil «para contratar a dedo, al cien por cien de la jornada y con contratos de larga duración».
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