viernes, 31 de enero de 2014

Verdades, mitos y leyendas del Tajo de Ronda

Ronda se ha convertido en los últimos años en la cuarta ciudad más turística de Andalucía. Y es que, no en vano, esta pequeña ciudad del interior tiene un montón de cosas que ver, desde baños árabes, castillos, iglesias y palacios hasta pinsapos, jardines principescos... Tantas cosas que sería imposible hacer una buena guía turística en tan sólo estas dos páginas, por lo que este  reportaje se propone recuperar sólo una pequeña parte de la grandeza de Ronda, aquella que es bañada por las aguas del Tajo, e invitar, a aquel que tenga la suerte de aún no conocer este lugar, a que se lleve por sí solo una gratísima sorpresa en un día de paseo. El Tajo de Ronda es el paraje mas visitado de toda la provincia de Málaga, la cima visual de una ciudad que parece colgada del cielo. Se trata de una garganta de casi cien metros de profundidad excavada por el río Guadalevín sobre la que se alza, entre otros, el Puente Nuevo, el verdadero emblema de esta ciudad serrana, objeto de culto de innumerables artistas y poetas. Construido entre 1751 y 1793 por el arquitecto M. de Aldehuela y dirigido por J. Díaz Machuca, más de 40 años hicieron falta para construir este  puente de 70 metros de largo y 98 metros de alto, debido a la peligrosidad del terreno. Tal es su belleza que cuenta la leyenda que Aldehuela murió al arrojarse al Tajo de Ronda desde el puente,  para evitar así construir un puente que lo superara en belleza, o por suponer, quizás, que nunca podría volver a construir algo tan sublime. 

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