ALEJANDRO TALAVANTE ha abierto la
Puerta Grande en el primer festejo de la Feria de Istres
después de cortar una oreja a cada uno de sus astados, la primera del tercer
toro, un ejemplar noble y de buen condición, que llegó con transmisión a la
muleta del extremeño, quien sobre todo por el lado zurdo cuajó muletazos de
mucha entidad. La faena al sexto, otro toro con motor y emotividad en su
embestida, estuvo cargada de fantasía en los remates e inicio de cada serie.
El resto del envío de Cuvillo no alcanzó igual nivel en
sus embestidas. Antonio Barrera abrió plaza con un animal de
poca raza. Anduvo muy decidido el sevillano, pero su esfuerzo no fue
correspondido por el ejemplar de la vacada gaditana. De nuevo salió
Barrera a por todas con el cuarto, otro ejemplar de pocas
opciones. Lo recibió con una larga y alternó el toreo por ambos pitones en una
labor finalizada con manoletinas y una estocada certera. Fue
ovacionado.
José María Manzanares pechó con el segundo,
otro amimal parado al que hilvanó algún muletazo estimable pero sin la ligazón
necesaria para que la faena tomase cuerpo. De nuevo la estética fue su base en
el quehacer frente al quinto. Tanto de capote como con la
muleta logró momentos elegantes, aunque el conjunto tampoco pudo redondearse. De
nuevo, saludó una ovación
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