viernes, 1 de junio de 2012

Fernando Alonso


El agua está siempre presente en el Gran Premio de Mónaco, con el Mar Mediterráneo a un lado de la pista y la chicane de la Piscina ocupando una de las curvas más famosas. Aunque hoy, el agua, cayó del cielo. La primera de las sesiones libres se corrió en seco, pero como suele suceder en los circuitos urbanos, la superficie tenía polvo y grasa, con lo que los 24 pilotos no completaron demasiadas vueltas. Luego, por la tarde, llegaba el típico momento en el que se aumenta el ritmo, se evalúan las ruedas… Con el reto de conducir a escasos centímetros de las barreras. Pero una lluvia ligera mandó al traste los planes de todos.

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