La delegada de Salud en funciones, María Isabel Baena, se escudó ayer en el Gobierno de Mariano Rajoy para defenderse de las críticas de los colectivos de médicos y enfermeros por los recortes salariales que les aplicará la Junta. Llegó a atribuir el tijeretazo a «lo que el Ejecutivo central nos obliga». Pese a las quejas de los médicos y de los enfermeros concretando lo que sufrirán sus nóminas, ni pestañeó a la hora de pedirles «un esfuerzo solidario». Obvió en todo momento que las quejas de los profesionales vienen de largo, protestando por los ajustes, o que es la Junta la que decide cómo debe disminuir su gasto.
Baena fue replicando por partes. Así, en cuanto a la carta que el Colegio Oficial de galenos de Córdoba hizo denunciando que se sentían «humillados» por los recortes de la Junta, aseguró que «no comparto» ese análisis, porque la negociación con los profesionales sanitarios está abierta.
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